Esteban Domínguez
Escribir sobre el Realejo Bajo, es comenzar, y nunca acabar, por diferentes motivos que creo que están a la vista de todos.
Primero, sigo diciendo que la unión reventó y puso en el precipicio al Realejo de Abajo. Y los resultados están a la vista de todos. Es sin duda alguna, el lugar más olvidado del municipio, y creo que nada nuevo estamos inventando. Un simple paseo por esta zona, lo dice todo.
Después de la dictadura y llegada la democracia, el Realejo Bajo sigue siendo la fosa que han cavado nuestros políticos, cuya obra, aún, está sin acabar, porque hondo más hondo tal y como están las cosas, lo veremos y si no, tiempo al tiempo.
Segundo: Ni los socialistas cuando gobernaban este municipio hicieron algo por darle vida a este lugar, ni nunca les preocupó su precario estado. Da la impresión que en el Realejo Bajo está todo el pescado vendido y no es verdad, también los socialistas abandonaron el casco histórico a pesar de nuestras insistencias y denuncias por mejorarlo.
Tercero: después de los socialistas nos llegó al ayuntamiento de Los Realejos, C.C. que quería transformar el municipio anunciando un montón de millones que llegarían a este municipio desde el gobierno Autónomo y desde el Cabildo si ellos ganaban las elecciones municipales. Resultado: una mentira que de piadosa nada tuvo, y que sólo era una manera de arañar votos. Fuimos engañados como niños y nos quedamos tan campantes.
El Realejo Bajo siguió engañado y el único trabajo realizado con el asombro de toda la vecindad por C.C. mientras gobernó ochos años en Los Realejos, fue el llamado “parque de los perros”. Que en vez de convertir aquellos terrenos en una zona de ocio o aparcamiento y sobre la misma, haber construido una plaza amplia y en condiciones para celebrar actos de tanta categoría como el famoso ¡Realexo! o quizás otras actividades de destacada resonancia. Y eso no se tuvo en cuenta. No interesaba, sin embargo, allí se gastaron muchos miles de euros en balde, porque al mencionado parque, nadie acude. Ni siquiera los perros, que dicho sea de paso, dejan sus excrementos en las aceras para decoro de todo aquel forastero que acude a este lugar.
Ahora le toca el turno a los populares ante una crisis que no hay por donde atajarla, y que por su puesto va ha impedir el progreso de este municipio.
A ellos, a quienes nos gobiernan ahora, le deseamos tengan mucha suerte en su gestión, pero me da la sensación que lo van a tener muy duro.
Y al mismo tiempo les recuerdo que en la medida de lo posible, tengan muy presente al casco histórico del Realejo Bajo y no lo abandonen como los han hecho otros grupos de gobierno, porque creo que este lugar declarado Zona BIC. Debe ser mejor asentido y tenido en cuenta en los planes del grupo de gobierno actual, ya que la Asociación Vecinal “Las Dos Palmeras” intenta desvincularse de los problemas aquí existentes, y mientras su presidente sigue en el trono repartiendo bendiciones sin que se le caiga la cara de vergüenza.