El Puerto de la Cruz siempre tuvo Ventas donde se vendía el vino cosechado por los viticultores de la zona, con el paso del tiempo muchas desaparecieron y otras se transformaron en bares, restaurantes o cafés pero no perdieron el espíritu de lugar de encuentro para visitantes, lugareños y artistas. Poetas, literatos, libre pensadores y pintores han acudido a ellas desde el siglo XVI para compartir sus aportaciones culturales. Hoy en día la tradición continúa y gracias a 'ello complementan la oferta de galerías y museos de la ciudad.
Ha chico, un perrito amado en todo el Japón por permanecer esperando casi diez años en la estación el regreso de su dueño muerto, abandonaba la vida y a 'ella llegaban Elvis Presley y Lucciano Pavarotti y Luis Cernuda recitaba los primeros versos de Donde Habite el Olvido mientras en Varberg Suecia venía al mundo Else Maj. Era el año de 1935.
Eran jóvenes libres que rompían moldes en el terreno artístico y en la forma de entender.
La convivencia. Suecia era la vanguardia de la libertad sexual, Londres era un hervidero de artistas y París el crisol de la evolución cultural y social.
Hay que entender aquellos años como la salida del huevo del Abrazas de Herman Hesse,
como un poema inesperado de Paul Rimbaud, como un eclecticismo que mezclaba en el Camino de Jacks Kerouac a Nietzsche, Picasso, Che Guevara, Nijinski, Billie Holliday, Ingmar Bergman, Jean Cocteau, James Deán, Bertold Brecht y otras tantas inspiraciones, con la sonrisa de Buda, a ritmo de Jerry Lee Lewis.
Era el paso de la rutinaria vida occidental en blanco y negro a la oportunidad de darle color a la existencia. La Vio en Rose de Edit Piaf se deslizaba por el humo de los cafés parisinos.
Skrik el grito de Edvard Munch se oía en el rechazo de la juventud al aburrido puritanismo y la intelectualidad escapaba de la Nausea que describiera Jean Paul Sartre para abrazada a los compases de los Beatles adentrarse en una Nueva Era. El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir rompía las cadenas de las mentes encadenadas al pasado y abría la puerta a la igualdad de sexos.
El barrio de Pigalle y la colina de Montmartre auténticos laboratorios del arte y de
pensamiento encendían las esperanzas del cambio que se vaticinaba y allí estaba Else Maj Johansson participando de su eclosion; transformando las notas de Jazz de su amigo Charles Mingus en las pinceladas del retrato que le hizo; acariciando a su gatito gris a rayas al que le fascinaba oír música de Jazz; intercambiando cultura con las mentes más brillantes de su tiempo; traduciendo con su marido la primera versión oficial al sueco del gran libro del Segundo Sexo de su amiga la Beauvoir, a la par que se deleitaba junto a 'el de las interminables charlas con el matrimonio Sartre y exponía su obra en la casa de
COMO UNA MÁS DE LA "CREME DE LA CREME".
Su estilo pictórico difuminado, valiente y narrativo provoca la admiración de los críticos y no paso' desapercibido para los cineastas Philys y Eberhard Kronhausen que la incluyeron en la Primera Exposición de Arte Erótico en San Francisco USA en 1968 y que derivó en la creación del Museo de Arte Erótico que hoy se puede visitar en esta ciudad.
Vivió el Mayo francés del 68, una experiencia que no paso desapercibida a su sensibilidad.
Amplio su conocimiento cultural y humano viviendo largas temporadas en Baleares, Creta, Hungría, Israel, Nueva Zelanda y Tenerife. En los años 80 se instala en las islas Lofoten, Noruega, donde construye una casa de la mano del gran arquitecto Knut Gjernes. Una casa amarrada con inmensos cables de acero a la roca para resistir los feroces vientos y las torrenciales lluvias, junto a la cual levanta su estudio siendo 'este una destacada obra arquitectónica. En la actualidad es considerado el Centro Cultural de la Provincia.
Su creatividad evoluciona con todas estas experiencias y desde aquellos principios en la prestigiosa Chelsea School of Art londinense y la Sociedad Sueca de Arte y Diseño de Gotemburgo, desde aquel primer paisaje que pintara de Svolvaer en 1957 hasta hoy su obra abarca el abstracto, el figurativo y cuantos estilos ha decidido afrontar con éxito, prueba de 'ello es su presencia en museos de medio mundo, incluso en la colección privada de los Reyes de Suecia. La enumeración de su trabajo es más una tesis por lo que sería imposible incluirlo en este artículo. Las críticas y los calificativos que se han dicho sobre su obra han encomiado siempre su labor.
Su particular forma de expresar las distancias sobre el lienzo da a sus imágenes un hal de realidad misteriosa con horizontes suaves que se van diluyendo. Las distintas tonalidades de sus colores primarios nos provocan la sensación de percibir el clima del momento, hasta de intuir el sonido del viento. Al crítico Staffan Soderblom le transmiten meditación y éxtasis.
Sus figuras humanas tienen fuerza, osadía y la firme volatilidad de William Blake, son expresivas y tienen vida. Estamos ante una de las grandes pintoras de los siglos XX y XXI.
En el arte el reconocimiento y la gloria suelen llegar con retraso, ahora la comunicación en red nos permite ganar tiempo pero no ocurre con la misma celeridad que en el deporte, no obstante Else-Maj Johansson ya es parte de la Historia de la Pintura. Else nos honra con haber elegido el Puerto de la Cruz para vivir.
Aquí sigue pintando, dando clases a una alumna con gran talento y en invierno su cursillo de un día a la semana durante dos meses a un grupo de amigas que recogen sus enseñanzas, más bien un divertimento tras un almuerzo regado con un vinito canario y los pinceles vuelan. Su ilusión continúa y sigue brindándonos el placer de contemplar su obra haciendo exposiciones.
Ha editado un libro atractivo con algunas de sus "Máster Pieces' que junto a algunos de sus cuadros y litografías hechas por ella misma a la piedra pueden verse en la Galería Manufactum en el Puerto de la Cruz frente al campo de football del Peñón. Les recomiendo que vayan a verlo porque una imagen vale más que mis palabras.
Suecia en París en una de las más bellas muestras que se recuerdan. Siendo reconocida