José Melchor Hernández Castilla. Secretario de la Asociación Wolfgang Köhler
LAS AGUA RESIDUALES: DEPURACIÓN Y REUTILIZACIÓN
La actual demanda de agua necesita ineludiblemente la modernización de los regadíos, la depuración y reutilización de las aguas residuales, la desalación y el uso de adecuado de aguas subterráneas. Ante esta realidad, las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) Públicas han aumentado significativamente en número estos últimos años en Canarias: 2 en el Hierro; 5 en La Palma, La Gomera y Lanzarote; 11 en Tenerife; 13 en Fuerteventura; y 43 en Gran Canaria.
La insuficiencia de los trasvases de agua de Icod de los Vinos a Guía de Isora, de La Guancha a Los Silos, de Los Realejos a La Laguna o de Güímar a Santa Cruz, entre otros, y la devaluación de la calidad del agua ha obligado al uso de estaciones de tratamiento de aguas salobres (16), desaladoras de agua de mar (3) y una estación reductora de nitratos de aguas de pozos (1, en la Vera, Puerto de la Cruz).
En Tenerife, el número total de depuradoras existentes se sitúa en 73 aproximadamente, promovidas, en su mayor parte, por el turismo y por los campos de golf. En este apartado es necesario mencionar que el agua que consume un campo de golf al día es equivalente al consumo de 63.000 personas/día, y por ello la normativa obliga a que estos campos sólo puedan ser regados por agua depurada.
La Comunidad Europea exige a sus miembros que traten adecuadamente las aguas residuales antes de verterlas al mar mediante los emisarios submarinos; en Tenerife, estos últimos han crecido en número considerable, de 21 a 49, en pocos años. En el caso concreto de la red de saneamiento de la costa de Punta Brava y Playa Jardín, ha habido una mejora notable: las fugas de las estaciones de bombeo han disminuido, se han sustituido los impulsores de bombeo, y el emisario submarino del Peñón (Playa Jardín) funciona correctamente.
La red de alcantarillado y las estaciones de rebombeo de aguas residuales permiten a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Punta Brava absorber 2.500 metros cúbicos diarios hasta una capacidad de 10.000, con el objeto de evitar la contaminación marina y, en un futuro próximo, obtener agua óptima para el riego. Sin embargo, estas instalaciones carecen de grupo electrógeno propio, con lo cual ante la caída del tendido eléctrico las maquinarias se paralizan. Otra cuestión candente son los malos olores diurnos de la estación de rebombeo de Playa Jardín/Barranco San Felipe, de las tapas de registro anexas a las casa de Punta Brava o de la propia Depuradora de Punta Brava (frente al Hotel Maritim). Aparte de la efectividad del Hipoclorito sódico (lejía) en la desinfección de las aguas y en la reducción de olores de las mismas, es pertinente el uso de técnicas permanentes, posiblemente más caras, más efectivas y más ecológicas, en la total desaparición de olores desagradables, que posibiliten al Puerto de la Cruz asumir la Calidad Medio-Ambiental que se le requiere como Ciudad Europea y como Destino Turístico por Excelencia.